Walden, una vida ética

por La Nueva Mirada

Por Tomás Vio Alliende

El 4 de julio de 1845, poco antes de cumplir los 28 años, el escritor y pensador norteamericano, Henry David Thoreau (1817 -1862), se fue a vivir a una pequeña cabaña construida por el mismo a orillas de la laguna Walden, no muy lejos de su natal Concord, Massachusetts. Permaneció allí dos años, dos meses y dos días, escribiendo, observando el entorno y experimentando. El resultado fue el ensayo “Walden” que se convirtió en un clásico universal y modelo de vida para muchas generaciones.  Thoreau eligió ese lugar porque no era demasiado remoto ni cercano al mundo de los hombres. Además, conocía su existencia desde su infancia y el estanque era para él un lugar interesante lleno de sorpresas que lo mantenía plenamente unido a la naturaleza.

“Walden” que se convirtió en un clásico universal y modelo de vida para muchas generaciones.

Hasta el día de hoy, Walden sigue inspirando interpretaciones muy diversas. Se trata del “estilo de vida Thoreau”, establecido por el pensador y escritor, donde aparece como esencial la exploración de la naturaleza, el paisaje, la democracia, la poesía y la ciencia. Se trata también de un viaje eterno hacia una vida ética, la que permite que los individuos se alejen del mundanal ruido no por fortuna o fama, simplemente para vivir la vida tal cual aparece, tal cual emerge espontáneamente.

Se trata del “estilo de vida Thoreau”, establecido por el pensador y escritor, donde aparece como esencial la exploración de la naturaleza, el paisaje, la democracia, la poesía y la ciencia.

«Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida… para no darme cuenta, en el momento de morir, de que no había vivido». Esta cita de Thoreau en su libro “Walden”, expresa sus sentimientos frente a la naturaleza y se ha convertido, con el paso de los años, en el fiel reflejo del tiempo que el autor pasó en la laguna.

el experimento en el estanque sigue ampliamente vigente en momentos en que el mundo se desborda en estallidos sociales que parecen reproducirse por todos lados.

Visto a la distancia, el experimento en el estanque sigue ampliamente vigente en momentos en que el mundo se desborda en estallidos sociales que parecen reproducirse por todos lados. Pese a todo, los buenos siguen siendo los buenos y los malos todos saben dónde se encuentran, el problema está en la ética, en la búsqueda del bien común. En medio de una sociedad jerarquizada y mercantilista, ¿dónde queda la equidad? ¿dónde se esconde? ¿de qué manera se trabaja por el bien de todos y para todos en la actualidad?

Disfrutó de la lluvia, la nieve y se involucró con la pobreza y el duro estilo de vida de los pocos lugareños que habitaban las cercanías de la laguna.

Thoreau fue capaz de aislarse para vivir la vida tal como venía. Si bien trasladarse unos pocos kilómetros de Concord, podía para muchos implicar un simple viaje o una breve estadía campestre, para él significó un avance, un aprendizaje de lo que significa la vida autónoma, un respiro. Se aisló de la ciudad y se involucró con el campo, con los bosques, con el autoconsumo. Cultivó sus propios alimentos, pescó, escribió, leyó. Disfrutó de la lluvia, la nieve y se involucró con la pobreza y el duro estilo de vida de los pocos lugareños que habitaban las cercanías de la laguna.

Hoy en día estaría al lado de los débiles, de los explotados, de todos aquellos que se sublevan ante las corrientes neoliberales y se niegan a creer en la existencia misma como una fuente de acumulación de riqueza y bienes materiales.

Amante de las caminatas largas por la naturaleza y de los espacios abiertos, Thoreau defendió a los esclavos, a los indios que fueron expulsados de sus tierras, a todos los perseguidos. Hoy en día estaría al lado de los débiles, de los explotados, de todos aquellos que se sublevan ante las corrientes neoliberales y se niegan a creer en la existencia misma como una fuente de acumulación de riqueza y bienes materiales.

Un siglo y medio después, las ideas de Thoreau se mantienen vigentes, relacionadas con lo que piensan millones de personas que permanentemente buscan su propio Walden interno: un paraíso autosuficiente con una filosofía propia y equitativa. Finalmente, la semilla visionaria de Thoreau abrió el camino desde el principio, construyendo todo desde los cimientos.

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