Estimado señor:
Terminó febrero, el clásico mes de las vacaciones chilenas. Que también nos cautiva por los festivales. Olmué, Talca, la noche Valdiviana, y, bueno, cada comuna tiene su semana. Sin embargo el más importante es el gran Show de Viña.
Aunque estaba de vacaciones, siempre sigo con interés lo que pasa en Chile. No sé si me equivoco, pero quien se robó el mes fue el Presidente Piñera. Dejó a la Regginato de Viña a la altura del unto.
No sé si me equivoco, pero quien se robó el mes fue el Presidente Piñera. Dejó a la Regginato de Viña a la altura del unto.
Si bien es cierto que se tomó sus merecidas vacaciones, no hubo ni un solo día que no apareciera en la prensa y la TV. Que una caminata con sus nietos. Que una cabalgata con sus socios empresarios. Que una pichanga de futbol con gente del pueblo. Para su despliegue mediático también le sirvieron los incendios del Sur y las lluvias altiplánicas del Norte.
Creo que nunca el despliegue comunicacional centrado en Piñera, con todos los enormes recursos económicos que dispone el Gobierno, tuvo tanto impacto. Eso también se debe a que casi el 100% de los ministros y voceros de los partidos de derecha se fueron de vacaciones. Entonces, que mejor: cancha despejada.
Pero el evento máximo del show veraniego de Piñera, fue el 23 F. Viaje a Cúcuta para hacer entrar la ayuda humanitaria acumulada en esa ciudad fronteriza con Venezuela. Aunque la de Chile, la nuestra (es decir la de Piñera) eran sólo ocho toneladas (menos de 100 millones de pesos) ni siquiera un camioncito tres cuartos. La cosa era estar allí y convertirse en un héroe. Claro que estaba también Duque, cosa que no le complica a nuestro Presidente porque él de todas maneras es un Rey.
Pero el evento máximo del show veraniego de Piñera, fue el 23 F. Viaje a Cúcuta para hacer entrar la ayuda humanitaria acumulada en esa ciudad fronteriza con Venezuela. Aunque la de Chile, la nuestra (es decir la de Piñera) eran sólo ocho toneladas (menos de 100 millones de pesos) ni siquiera un camioncito tres cuartos. La cosa era estar allí y convertirse en un héroe. Claro que estaba también Duque, cosa que no le complica a nuestro Presidente porque él de todas maneras es un Rey.
Pero no contaba con que apareció un señor de nombre Abdo que le robó la exclusividad de ser el único Presidente en la batalla de Las Tienditas. En su imaginación, quería entrar a Venezuela con su magra ayudita, en el camioncito pero con una bandera Chile en su mano.
Eso no ocurrió y sólo se pudo hacer un acto con Guaidó, Duque y Abdo a quien Piñera tuvo que empujar para aparecer en la foto como artista principal. El fallido acto lo puso nervioso y se le vino su padecimiento que es el Síndrome de Tourette. Ese que le produce la cantidad de tics y movimientos que no controla.
Eso no ocurrió y sólo se pudo hacer un acto con Guaidó, Duque y Abdo a quien Piñera tuvo que empujar para aparecer en la foto como artista principal. El fallido acto lo puso nervioso y se le vino su padecimiento que es el Síndrome de Tourette. Ese que le produce la cantidad de tics y movimientos que no controla.
Terminado el fracaso, se volvió a Chile y decidió pasearse por los matinales de TV que preocupados principalmente del Festival de Viña, tuvieron que aceptar sus elucubraciones de la aventura cucutana.
Entre tantas conversaciones y entrevistas no descuidó de atacar a la Bachelet, su curiosa obsesión. Claro que le vino a aliviar los dichos de Bosé sobre el no movimiento de las nalgas de Michelle.
Pero, Sr. Director hay algo más preocupante en la posición de Piñera nuestro Presidente. Además de los reclamos formales de los ex cancilleres de la Concertación sobre la forma en que se ha definido la actitud de Chile, que por cierto también han manifestado columnistas de derecha de la página tres de El Mercurio.
En la medida que Piñera apoya, suscribe y banca permanentemente la posición de Guaidó, está propiciando algo muy grave. En cada declaración o discurso del líder venezolano, se incita a las Fuerzas Armadas a desconocer al régimen de Maduro, lo que significa la división de esas fuerzas. Y ello implica una guerra civil, pues algunos altos mandos podrían aceptar ese llamado y otros defender al dictador, por los privilegios que les ha otorgado.
En la medida que Piñera apoya, suscribe y banca permanentemente la posición de Guaidó, está propiciando algo muy grave. En cada declaración o discurso del líder venezolano, se incita a las Fuerzas Armadas a desconocer al régimen de Maduro, lo que significa la división de esas fuerzas. Y ello implica una guerra civil, pues algunos altos mandos podrían aceptar ese llamado y otros defender al dictador, por los privilegios que les ha otorgado.
Piñera en su incapacidad de contención emocional, no logra comprender ese efecto. Estamos de acuerdo Maduro es un dictador imbécil y bruto. Vaya que nosotros los chilenos si sabemos de eso.
Piñera en su incapacidad de contención emocional, no logra comprender ese efecto. Estamos de acuerdo Maduro es un dictador imbécil y bruto. Vaya que nosotros los chilenos si sabemos de eso.
Para información de Piñera, vale la pena contarle que el Presidente Allende evitó que en Chile se produjera esa división de las fuerzas armadas que siempre llevan a una guerra civil. En efecto, Allende justificó la aceptación de la renuncia del General Prats, porque si lo mantenía las fuerzas armadas chilenas se dividían y eso significada la guerra civil en Chile. Y lo dijo en una reunión privada, según tengo conocimiento. Si mantengo al General Prats, dijo, va a ocurrir eso. Y agregó no quiero cargar en mi conciencia, la muerte de 500 mil personas como ocurrió en España. Al mismo tiempo creyó en la lealtad constitucional de Pinochet.
Para información de Piñera, vale la pena contarle que el Presidente Allende evitó que en Chile se produjera esa división de las fuerzas armadas que siempre llevan a una guerra civil.
Luis de la U.
Carnet 2771 de ese club.
Mi apellido es Cardenal, pero como están las cosas mejor no ponerlo.