Carta de Las Rocas (13 de Junio de 2019)

por La Nueva Mirada

En esta columna no se pretende ni se trata de tirar piedras, rocas, guijarros, paveés o adoquines, ni tampoco tirar sustancias de Chillán o marshmellows, contra alguien o contra nadie. El autor de esta columna tiene un arsenal de esta diversidad de municiones en su Santa Bárbara.

Los tiritones de la derecha no se deben a que le estén tirando piedras o adoquines por la cabeza. Le están tirando cifras.

Los tiritones de la derecha no se deben a que le estén tirando piedras o adoquines por la cabeza. Le están tirando cifras.

El crecimiento se nos va a bastante menos del 3%. La inflación en aumento, con su carnal la UF. La competitividad de la economía chilena descendió por un tobogán (más de 20 puestos). La inversión en bajada. Pero el ministro de Hacienda duerme bien, con pastillas que compra rebajadas en la farmacia popular de Lavín en Las Condes. Se trata de ahorrar, les recomienda a los chilenos, sobre todos a los pensionados adultos mayores.

Pero el ministro de Hacienda duerme bien, con pastillas que compra rebajadas en la farmacia popular de Lavín en Las Condes.

La derecha chilena tirita. Basta ver y escuchar al Presidente de RN, Mario Desbordes que habla tiritando los labios. A la JVR le pasa lo mismo pero no se le nota porque está usando un rouge tan oscuro como sus pensamientos, cosa que no le entienden ni los patipelados, ni los peloteros (tudos), como ella quiso decir.

A la JVR le pasa lo mismo pero no se le nota porque está usando un rouge tan oscuro como sus pensamientos, cosa que no le entienden ni los patipelados, ni los peloteros (tudos), como ella quiso decir.

A los tiritones producto de las malas cifras, se le suma ahora el fenómeno del clima, mezcla de tornado y tromba, denominado JAK. Que procede a fundar el Tea Party con sopaipillas para este crudo invierno.

se le suma ahora el fenómeno del clima, mezcla de tornado y tromba, denominado JAK. Que procede a fundar el Tea Party con sopaipillas para este crudo invierno.

El gran empresariado (que dicen que es derechista), con sus grupos y dirigentes, hace tiritar al gobierno porque no le cree. Ello se refleja en su pesimismo producto de menores utilidades que, por cierto, no da para convertirlos en clase media.

Así las cosas, surge lo típico. Cambiemos el gabinete. Y entonces se activan apetitos y nerviosismos.

Así las cosas, surge lo típico. Cambiemos el gabinete. Y entonces se activan apetitos y nerviosismos. Se dice que el PRI (invisible miembro de la coalición) pide uno o dos ministerios. Hernán Larraín Matte advierte que a su papá no lo saquen sino lo destinen a RREE. Mario Desbordes quiere más puestos importantes, porque no le gusta que JVR se crea jefa política del gobierno.

Piñera además de Presidente es milagrosamente todos y cada uno de su ministros.

El rumor de moda es el cambio de gabinete. Entonces resurge un problema de imposible solución. Piñera además de Presidente es milagrosamente todos y cada uno de su ministros. Sabe de sus carteras y problemas más que cada uno de ellos, cosa que les enrostra en constantes y nerviosos encuentros de palacio

Piñera es al gobierno lo que Arturo Vidal era a la selección chilena: defensa, mediocampista y delantero que hacía goles. Es total. Por eso es que cuando se presiona por un cambio de gabinete la única forma es sacar a Piñera. Cambiar (en serio y no en minucias) el gabinete, es cambiar a Piñera. Complicado, al menos.

Cambiar (en serio y no en minucias) el gabinete, es cambiar a Piñera. Complicado, al menos.

En estas circunstancias asumo que nuestro tremendo mandatario (no se lea literalmente) está controlando de mejor manera su padecimiento del síndrome de Tourette.

En estas circunstancias asumo que nuestro tremendo mandatario (no se lea literalmente) está controlando de mejor manera su padecimiento del síndrome de Tourette.

Para ello le podría encargar al Ministro Moreno, pese a sus alicaídas relaciones con el mundo mapuche (antes de abandonar el cargo), que le consiga con algún(a) machi una hierba para aminorar el síndrome.

Mientras tanto nosotros los humanos evitamos tiritar de frío, prendiendo una estufita, aunque sea de parafina. Ojo, cada vez más cara ministro Valente (futuro ex).

Luis de las Rocas.

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