Carta de las Rocas. 8 de Agosto de 2019
«Acuerdos Insólitos»

por La Nueva Mirada

En esta columna no se pretende ni se trata de tirar piedras, rocas, guijarros, paveés o adoquines, ni tampoco tirar sustancias de Chillán o marshmellows, contra alguien o contra nadie. El autor de esta columna tiene un arsenal de esta diversidad de municiones en su Santa Bárbara.

Se viene hablando hace un rato de la necesidad de reponer la llamada política de los acuerdos. Allamand y Genaro llevan la guaripola en el tema. Tanta insistencia ha significado que he recibido una cantidad de propuestas de acuerdos que paso a relatar con dichos de manera coloquial que los escribo en el formato «entre melón y melame».

Entre un anarquista y el Ministro Chadwick preparan un acuerdo, el anarquista pondrá la tela para un blanco mameluco y el Ministro, el cuco.

Entre un ministro de la Corte Suprema y Piñera acuerdan fabricar una chistera, el ministro pone la copa y Piñera, el conejo.

Entre el sub-secretario de interior Ubilla y un inmigrante han llegado a un acuerdo, el subse lo deja entrar a la villa y el venezolano de origen árabe le regala un turbante.

Entre Marcela Cubillos y un estudiante del Instituto Nacional hicieron un acuerdo sin inquina, la ministra pone la cara de espanto y el encapuchado la bencina.

Entre el Ministro de Agricultura y los jesuitas de la Compañía han realizado un acuerdo el ministro pone la sequía y los jesuitas a del Campo.

Entre José Miguel Insulza y Ximena Rincón han llegado a un acuerdo para anunciar con muchas algarabías, que ninguno de los dos hace aquello todos los días.

Entre Joaquín Lavín y Felipe Larraín se pusieron de acuerdo en una encuesta para medir quien es mejor en el tandeo, Lavín pone la cara y la plata y Larraín el webeo.

Entre Trump y Piñera están negociando un acuerdo. Que Trump no nos toque a la amiga China gran nación y nuestro presidente le para al rucio chascón la migración.

Entre Chaguan y Chain acordaron comer en un restaurant chino, el primero pone la liviandad del wantán y el segundo pone la soya para el cahuín.

Entre Piñera y Duque están llegando a un acuerdo inteligente para resolver el tema de Venezuela, nuestro presidente le propone que se caiga de Maduro y el colombiano financia el buque.

Entre la vocera y Camila están por sus suscribir un acuerdo, la Cecilia promete callar la voz y Camila renuncia a la hoz.

Entre el Hogar de Cristo y la clase alta han llegado a un acuerdo, los ricos ponen la chauchera y el Hogar, la ceguera.

El último aporte que me llegó es uno diferente y dice: Cura que no tiene una camita de noche y de día, de dónde pecatas meas si no es en la sacristía.

Atentamente

Luis de las Rocas.

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