El campeón de los grandes eventos y puestas en escena mostró la hilacha. Ahora le echa la culpa al empedrado y corta por el eslabón más débil. La firme es que no pudo soportar su salida del escenario como inservible y exceso de píldoras mediante intentó infantilmente tirar el mantel para que la Convención Constituyente hiciera agua por minucias. Y que pagara Moya, como siempre.
Se alcanzó a florear mundialmente liderando la ilusión de la APEC y COP 25 en Chile, imaginando el gran sueño de dirigir encuentros con los grandes líderes del planeta a fines de 2019. Alcanzó a comentarlo con otro pájaro hoy en desgracia, el bruto de Bolsonaro, que lo abrazó con pasión digna de su naturaleza. Simuló conversaciones telefónicas con el líder chino, aportándole algunos consejos para enfrentar el mortal virus que aquí no nos haría ni cosquillas. ¿Estoy exagerando Cecilia o miramos fotos y grabaciones que hicieron historia?
Lo que vino lo conocemos, pero la memoria suele ser frágil y la de Sebastián comenzó a dañarse con costos mayores para todos. El gobierno transitó a la deriva, creció su desgracia a la par de los contagios por coronavirus y el desbande de su coalición que le mostró crecientemente las espaldas a medida que se aproximaron eventos electorales en que acumuló desastre tras desastre. Hoy los postulantes presidenciales del sector compiten por quién se diferencia más de Sebastián. Lo evitan hasta en las fotos, golpean sus pechos por haberse equivocado tanto al prestarle ropas como ministros chupamedias en sus desvanecidos gabinetes para los que antes se ofrecieron serviles…También historia conocida a la que el nunca bien ponderado Sebastián respondió apoyando el proyecto escondido del matrimonio igualitario que dejó al socialdemócrata de turno marcando ocupado…
Los desastres se acumularon y llegó la hora de la verdad tan oculta por los medios serviles y acostumbrados a que no se mueva una hoja que moleste a esos poderosos capaces de cualquier campaña del terror para que todo cambie sin que cambie nada…¿se entiende o citamos a la flamante presidenta electa de la convención constituyente que ya dejó de ser un espejismo o mal sueño para los mal aspectados de la minoría absoluta de la convención?
Todo ocurrió como una pesadilla larga, insufrible para los que con mala cara soportaron el “rotaje” empoderado en el viejo recinto del Congreso Nacional. Y volviste a tirar la cadena Sebastián. Desparecieron los genios tecnológicos que realizarían la APEC, COP 25 o un mundial de fútbol nuevamente en la copia feliz del edén. Unos pinches subalternos, sumamente bien pagados, se hicieron “los locos” y estúpidamente creyeron poder frustrar el funcionamiento de la desgraciada Convención.
Otro autogol meando contra el viento que Sebastián quiere que pague Moya, mientras manda al servil Paris a poner la cara buena ante los constituyentes – más de alguno ya contagiado gracias a los desaguisados para frustrar la convención – y ofrecer tardíamente garantías básicas negadas indecentemente en estos días de demencia oficial.
Sólo ciegos contratados por La Moneda podrían negar la burda y estúpida maniobra de Sebastián y Larroulet para tapar el sol de invierno con un dedo… ya es tarde para un nuevo circo…
Cecilia, cámbiale las pastillas a Sebastián y transmítele lo que también sabes…No existe y renuncie o no, ya todo cambió… ¿Para qué sacrificar al pobre Paris en un circo repetido?
Ya estás fuera Sebastián y las nuevas pastillas sólo te servirán para evitar más ridículos…Pasó la vieja…Como te decía tu hermanito Pepe cuando niño tramposo…
Que alguien salve a Cecilia…
Frank Kotermann