Es el que quedará pendiente hasta el 11 de marzo cuando deba entregar la banda presidencial a Gabriel Boric. Su interminable lista de desaguisados da para una opereta, incluyendo sus incursiones internacionales. En estos días, cuesta abajo en la rodada de las encuestas que no le otorgan la habitual buena onda que brindan los ciudadanos al que abandona Palacio, persiste en sus arrogancias patronales, recientemente con la futura ministra del Interior…Aún tiene seis semanas para continuar batiendo sus propios récords.
En rigor, las andanzas de Sebastián son materia para un libro aún en desarrollo. Respetando el necesario ánimo vacacional – próximo al animus iocandi – que invade al lector, sólo adelantamos una breve sinopsis gráfica de episodios insoslayables a tener presentes en esta despedida que pareciera prolongarse más allá de lo tolerable.
La víctima principal
Qué duda cabe, Cecilia Morel ha debido poner la cara amigable en cada una de las andanzas políticas, financieras (adjudicándoles una palabra elegante) y personales del poco escrupuloso (otro calificativo controlado) Sebastián que, al inicio de su debacle, la atormentó con una invasión de alienígenas.
Los incondicionales
Ninguno de los dos pudo sobrevivir en los cargos de privilegio con que los premió Sebastián. Su primo hermano Chadwick pagó los platos rotos por el brutal asesinato de Camilo Catrillanca – hoy convenientemente escondido bajo la alfombra presidencial – permaneciendo como su voz omnipresente desde las sombras. El otro, Mañalich, le continúa jurando fidelidad mientras apuesta al olvido de su nefasta conducción del ministerio de Salud – reconociendo su ignorancia del país real – en los primeros tiempos de la pandemia. (Escondido observa Larroulet)
Sus sueños de grandeza planetaria
Sorpresas te da la vida. Partió como caballo inglés, inflado de sueños de grandeza. Termina como burro, con escasa posibilidad de continuar volando – crímenes de lesa humanidad durante el estallido social aparecen en sus peores pesadillas – codeándose con los number one del planeta, varios de ellos también caídos en desgracia en la efímera carrera al éxito…
Con dos pastelitos de la Región, que nunca dieron pie en bola…
Inolvidable sus jugarretas infantiles con el gran tramposo del Norte…
Merkel lo escuchaba y nunca lo pudo tomar en serio…
En Pandemia se lució…
Provocando en la emblemática plaza hoy borrada…parte de su legado.
Exhibiéndose en Cachagua sin mascarilla…
Fotografiándose en Palacio durante una multitudinaria protesta nacional…
Solitario final
Su gran logro con la compra de vacunas no lo salvó de la soledad…
Apostó por la candidatura presidencial de su exministro Sichel…
Continuó a Dios rogando y con el mazo dando…
Y nadie lo quiere cerca…
Fracasó en su intento de viajar acompañado del presidente Boric, convoca a inauguraciones varias, se repite hasta el hartazgo… y espera lucirse el 11 de marzo. Siempre habrá oportunidad para un último numerito de Sebastián.