Que Sebastián viene dando jugo desde 2019 es más que evidente al escuchar a su vocero Bellolio tropezón tras tropezón, ahora acentuados por la tan mediática puesta en escena de la inédita acusación constitucional aprobada por la Cámara de Diputados. En este caso el jugo ha sido de Naranjo.
La derecha rasga vestiduras y lamenta el episodio protagonizado por el diputado Naranjo con su récord de 15 horas de locución acusadora forzada por la torpe negativa al voto telemático. El espectáculo se concentró en la forma – salvo los grandes medios internacionales que apuntaron al contenido de la acusación centrada en los negociados de Pandora y capitales en paraísos fiscales de Sebastián – y se batieron récords de horas televisivas, sólo superadas por la antigua Teletón.
Todo ocurre a menos de dos semanas de la primera vuelta de la elección presidencial y ello se hace notar en las afiebradas reacciones desde la diestra. En medio de su mareo el ya vapuleado Sichel intenta pescar a río revuelto y JAK se descarga, obsesionado por acentuar el Estado de Emergencia en la Araucanía, donde la Armada ratifica su tendencia al gatillo fácil que pasa piola para los parlamentarios concentrados en la acusación constitucional por manejos financieros de Sebastián y el frustrado cuarto retiro de fondos previsionales.
Se habla de un nuevo “Naranjazo”. Al respecto valga precisar dos distinciones. La primera, gramatical. Según la Real Academia de la Lengua este sustantivo masculino está obsoleto, refiriendo a un golpe o lesión causada por lanzamiento de una naranja, algo menos frecuente en las prácticas cotidianas actuales en el planeta. Aunque discutible si observamos algunas festivas tradiciones hispanas de gran difusión.
La segunda es histórica y muy chilena. El 18 de diciembre de 1963 falleció el diputado socialista(por Curicó y Mataquito) Oscar Naranjo Jara. El 15 de marzo de 1964 se realizó la votación para reemplazarlo, siendo elegido su hijo, el también socialista Óscar Naranjo Arias. El impacto de ese resultado incidió en el temor de la derecha ante la elección presidencial que tendría lugar en septiembre de 1964, resolviendo volcar sus votos al abanderado del PDC, Eduardo Frei Montalva. Cosas de una historia marcada por naranjos y naranjazos.
Hace tiempo Sebastián cayó en desgracia. La aprobación de esta jugosa acusación le impide viajar fuera del país sin autorización parlamentaria. Quizás un detalle menor para lo que se le puede venir por delante.
Su enardecido vocero Bellolio lamentó que no se estimara la “brillante defensa” del muy bien remunerado y aplicado abogado de Sebastián, mientras buena parte de los diputados dormitaba tras la extenuante jornada en que los aplausos se los ganó el acusador Naranjo.
Ya sabremos a quién terminará favoreciendo el jugoso episodio que chorreó y salpicó más aún a Sebastián.