Púdranse y sin llorar…

por La Nueva Mirada

Por Frank Kotermann

El doctor Martínez no se guarda nada. Repite que es fundamental para su salud mental. Ello no significa que haya que repetir obviedades: me advirtió cuando le mencioné los nombres de los diputados “progresistas” que salvaron a Mañalich de la acusación constitucional. Bastó con los elogios serviles de su bien pagado abogado y los aplausos recibidos con irónica sonrisa por el doctor funcionario y socio de Sebastián en sus negocios sanitarios. Las palabras vergonzantes de su ignorante prepotencia, minusvalorando el virus que se ha llevado la vida de más que 15.000 chileno(a)s innombrados y transformados en una fría cifra en las repetitivas cuentas diarias de las autoridades sanitarias son suficientemente intolerables para seguir perdiendo el tiempo en nombrar a los despreciables que le regalaron al caradura de Mañalich un martes 13 de burla y gloria.

Entre los innombrables resaltan algunos que hacen gárgaras con el urgente cambio constitucional, soñando con ser protagonistas del desafiante proceso que se inicia en 10 días más. Que los pille confesados, dice el galeno Martínez sacando como única conclusión positiva del comentado fiasco parlamentario una razón más para reforzar su exclusión del proceso constituyente.

La memoria es frágil y a ello apuestan estos “caraduras” que coleccionan frases rimbombantes como carta de presentación de sus convicciones democráticas, como Silver y su honorable pareja “progresista”, añade el galeno que me responde con un gesto culpable cuando le reprocho nombrar a los que él considera “innombrables”.

Mala cosa esto de emputecerse – vaya palabrita – a pocos días de 25 de octubre, cuando necesitaremos de buenas vibras en medio de las distorsiones que estimula la permanencia de un virus que llegó para quedarse por un tiempo indefinible, mientras las especulaciones y ruidos mediáticos por las ansiadas vacunas crecen contaminadas por el contagiado Trump que continúa con su endemoniada carrera de descerebrado limítrofe.

No es para picarle la guía, le anticipo al galeno Martínez cuando le advierto que está por votarse próximamente la acusación constitucional al feo y malo de Pérez, con un prontuario mayor que el del ahora feliz Mañalich. Parece contar hasta diez el doctor antes de responder mientras su mirada se pierde en el infinito. Sería la guinda de la torta darle respiro a uno que hace méritos crecientes, con el descaro propio de aquellos con prontuario desde los tiempos de la dictadura, concluye el doctor, que no le perdona su matonesca conducta con la jueza Chang, amenazada por funcionarios policiales bajo inspiración del propio feo de Pérez.

Pero cuando se pica la guía es difícil esperar mesura y ello sucede con nuestro querido doctor. No obtengo nada con arrepentirme porque él ya comienza a sumar los méritos para sacar del cargo a un bandido de tal calaña que, para indignación mayor, es la autoridad a cargo de garantizar la transparencia y seguridad el día del plebiscito…

Hay días malos y éste para comentar el quehacer de nuestras autoridades.

No queda más que despedirse y esperar que el próximo jueves, a 3 días del plebiscito, el humor haya mejorado.

Cuídense de Pérez y sus cercanos…

Afectuosamente,
Frank Kotermann

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