La Ley del más rico. Fragmentación geoeconómica.

por Gabriel Loza

El último informe del Banco Mundial sobre las Perspectivas Económicas Mundiales (GEP por sus siglas en inglés) caracteriza la crisis económica mundial como una fuerte desaceleración del producto mundial “debido a la elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania”. Así, la tremenda confrontación geopolítica y económica por la que atraviesa el mundo es tratada como perturbaciones de la guerra.

https://openknowledge.worldbank.org/bitstream/handle/10986/38030/GEP-January-2023.pdf

El Foro Económico Mundial, que se realiza en Davos, en realidad parece un Foro Económico Occidental por su representatividad parcial y sesgada en términos de empresarios y políticos exponentes de solo una parte de los países, en su Informe de Riesgos Globales pone a la confrontación geoeconómica en tercer lugar en los problemas de corto plazo, después de la inflación y los desastres naturales, y en el noveno lugar en los riesgos de largo plazo. https://www.weforum.org/reports/global-risks-report-2023/

En este contexto llama la atención, el documento del FMI sobre la Fragmentación Geoeconómica y el futuro del Multilateralismo que no es un Informe sino una nota de los debates del personal técnico (Staff Discusión Notes) de los análisis e investigaciones relacionadas con las políticas que está desarrollando pero que no comprometen oficialmente al FMI.

Gráfico 1: Flujos globales de bienes, servicios y financieros

En billones de dólares y en porcentaje del PIB

El documento señala que después de varias décadas de creciente integración económica mundial de bienes, servicios y flujos financieros, la denominada globalización (Gráfico 1), el mundo se enfrenta al riesgo de una fragmentación geoeconómica. Identifica múltiples canales a través de los cuales se transmitieron antes los beneficios de la globalización y que a lo largo de los cuales, ahora, a la inversa, es probable que se trasmitan los costos de la fragmentación y afecten el comercio, la migración, las corrientes de capital, la difusión de tecnología y el suministro de bienes públicos mundiales.

Según los supuestos que se asuman en los modelos de cálculo, el costo para el producto mundial derivado de la fragmentación del comercio estima que podría oscilar entre el 0,2% (en un escenario de fragmentación limitada/ajuste de bajo costo) y hasta el 7% del PIB (en un escenario de fragmentación severa/ajuste de alto costo). Ahora, si se suman los costos del “desacoplamiento tecnológico”, la pérdida de producción podría alcanzar entre el 8% y el 12% en algunos países. Estos costos, se ampliarían significativamente, si sumamos los efectos acumulados desde 2019, por la crisis del COVID, la guerra, el aumento de las tasas de interés y la reducción de las inversiones, que según el Banco Mundial estarían alrededor del 20% del producto mundial entre 2020-2024.

El problema es que al final del día, las estimaciones tienden a limitarse a un porcentaje del PIB, a una cifra mágica, y no profundizan como se distribuyen, a nivel de países y grupos económicos y sociales, los costos y beneficios de las crisis, como los beneficios en el aumento de la riqueza y el número de multimillonarios, así también los costos como el aumento del hambre, la pobreza y la desigualdad.

El propio Banco Mundial calcula que ya “La pandemia ha causado retrocesos sin precedentes en la reducción de la pobreza que se ven exacerbados por el aumento de la inflación y los efectos de la guerra en Ucrania. Estimamos que estas crisis combinadas conducirán a entre 75 y 95 millones de personas adicionales que viven en la pobreza extrema en 2022, en comparación con las proyecciones anteriores a la pandemia”. https://www.worldbank.org/en/understanding-poverty#a. Esta es la primera vez, desde la crisis financiera asiática de 1997-1998, que la tasa de pobreza mundial está aumentando y además retrocedió 4 años, a los niveles de 2018.

El Banco estima estos números suponiendo que los ingresos reales de todos los hogares han crecido en línea con el PIB real per cápita de un país, en este caso el producto mundial per cápita. Entonces, en esta lógica, si cae el producto mundial per cápita aumentaría la pobreza y en el caso de la extrema pobreza el número de personas que viven con menos de U$1,90 diario. Estamos por tanto hablando de una disminución del ingreso per cápita en por lo menos una quinta parte.

Sin embargo, el problema es mucho más grave y complejo, como señala el informe de OXFAM https://www.oxfam.org/es/informes/beneficiarse-del-sufrimiento que presentó en la reunión de Davos del 2022, el cual en síntesis señalaba lo siguiente:

  • La riqueza de los milmillonarios se ha incrementado tanto en los últimos 24 meses como lo ha hecho en 23 años.
  • La riqueza de los milmillonarios de los sectores de la energía y la alimentación ha crecido 1000 millones de dólares cada dos días. Los precios de los alimentos y la energía han alcanzado los niveles más altos en décadas. Han surgido 62 nuevos milmillonarios en el sector de la industria alimentaria.
  • El cúmulo de crisis por la pandemia de la COVID-19, el aumento de las desigualdades y el alza de los precios de la energía y los alimentos podría arrastrar a la pobreza extrema a 263 millones de personas en 2022, revirtiendo así décadas de progreso. Esto equivale a un millón de personas cada 33 horas.
  • Al mismo tiempo, durante la pandemia, ha surgido en promedio un nuevo milmillonario en el mundo cada 30 horas. La otra cara de esta realidad es que, en el mismo tiempo que se necesita en promedio para que surja un nuevo milmillonario, un millón de personas podrían verse arrastradas a la pobreza

Para la reunión de Davos en enero del 2023 Oxfam presentó el informe La ley del más rico https://www.oxfam.org/en/research/la-ley-delmas-rico  que revela lo siguiente:

  • El 1 % más rico ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada desde 2020 a nivel global (valorada en 42 billones de dólares), casi el doble que el 99% restante de la humanidad. Durante la última década, el 1 % más rico ha capturado alrededor del 50 % de la nueva riqueza.
  • La fortuna de los milmillonarios está creciendo a un ritmo de 2700 millones de dólares al día, al mismo tiempo que al menos 1700 millones de trabajadoras y trabajadores viven en países en los que la inflación crece por encima de sus salarios y más de 820 millones de personas en todo el mundo (aproximadamente una de cada diez) pasan hambre.
  • Con la aplicación de un impuesto a la riqueza de hasta el 5 % a los multimillonarios y milmillonarios podrían recaudarse 1,7 billones de dólares anualmente, lo que permitiría que 2000 millones de personas salieran de la pobreza.

La cuestión de fondo es que los organismos internacionales generalmente tratan los costos económicos centrados en el PIB separados del examen en cómo se distribuyen esos costos y la magnitud especialmente de los costos sociales. Son pocas las instituciones como OXFAM que se atreven a decirles de frente, en el Foro de los ricos occidentales, como es el Foro Económico Mundial, que ellos son los que siempre ganan tanto en tiempos de paz como de guerra, así como en tiempos de auge y, especialmente, en tiempos de crisis.

Por Gabriel Loza
Expresidente Banco Central de Bolivia

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