En la reciente visita de Lula a China se suscribieron más de 15 acuerdos por un monto estimado de 50 mil millones de reales, equivalente a 10 mil millones de dólares, aunque al mandatario brasilero no le guste la conversión.
El proceso de globalización económica mundial impulsado en los años 90, expresado en un aumento de la participación del comercio y la inversión extranjera directa en el PIB mundial, tuvo un máximo hasta la crisis financiera mundial del 2008, punto de inflexión a partir del cual se revierte su tendencia con una desaceleración de la globalización, denominada también «slowbalization» (Gráfico 1).
Gráfico 1: “Slowbalization”: Comercio e inversión directa extranjera en porcentaje del PIB
Sin embargo, mientras el dinamismo del comercio global se mantuvo con altibajos su participación llegó en 2022 a un 58,8% nivel menor a su máximo del 61% del PIB mundial, donde se observa una caída significativa es en la participación de la inversión directa extranjera (IED) que después de alcanzar un máximo en 2007 de más de un 5% del PIB mundial, cayó a 1,69% en 2022.
Entre la crisis financiera mundial y la pluri crisis actual empezó la disputa hegemónica entre EEUU y China, primero solapadamente y después muy abiertamente con la Guerra Comercial de Trump y su Guerra Tecnológica, seguida de la interrupción mundial con el COVID en 2020 para posteriormente volverse a gatillar con la Guerra entre Rusia y Ucrania, la intervención de los aliados con las sanciones económicas y la continuación de la guerra tecnológica con Biden con la Ley de Chips y Ciencia, con el objetivo de impulsar la producción de semiconductores y dejar de depender de China de la provisión de chips La guerra tecnológica de Biden se vuelve nuclear | Las termitas del cielo (wordpress.com).
Así, se habló inicialmente del desacoplamiento con China, pero después de la relocalización de la IED; primero con la excusa del COVID propiciando el nearshoring o abastecimiento cercano y, después, con motivo de la Guerra, impulsando directamente, como en el caso de Janet Yellen del Tesoro de EEUU, el friend-shoring o relocalización ideológica, es decir la tendencia de centrar las relaciones con países que se consideran aliados económicos y políticos, de manera de “favorecer el «apuntalamiento de amigos» de las cadenas de suministro a un gran número de países de confianza, para que podamos continuar extendiendo de manera segura el acceso al mercado, reducirá los riesgos para nuestra economía, así como para nuestros socios comerciales de confianza” Remarks by Secretary of the Treasury Janet L. Yellen on Way Forward for the Global Economy | U.S. Department of the Treasury.
Así, en el contexto de los tiempos actuales en que se da un proceso de fragmentación geoeconómica del tablero mundial parece que Brasil escogió cuál va a ser su «friendshoring” o “relocalización entre amigos”, con la suscripción de más de 15 acuerdos con China por un monto estimado de 50 mil millones de reales, equivalente a 10 mil millones de dólares, aunque a Lula no le guste la conversión. Los acuerdos ayudarán a Brasil a avanzar en áreas como energía renovable, industria automotriz, agroindustria, líneas de crédito verde, tecnología de la información, salud e infraestructura.
15 acuerdos de Cooperación
Según la Secretaría de Comunicación Social del Brasil los acuerdos se pueden agrupar en cuatro áreas: Comercio, Tecnología e Innovación, Comunicación y Economía y lucha contra el hambre. Brasil e China fecham 15 acordos e reforçam parceria — Secretaria de Comunicação Social (www.gov.br)
Como se observa es un tipo de acuerdo de integración diferente a los de la teoría ortodoxa centrados en el libre comercio de bienes y servicios y especialmente en el libre tratamiento a la inversión extranjera como el TPP-11.
En el área del comercio no es el clásico arancel cero que se propone sino que se trata de profundizar aún más la cooperación comercial bilateral, para lo cual un Grupo de Trabajo trabajará en la búsqueda de soluciones para evitar barreras innecesarias, promover el intercambio de información y medidas de facilitación del comercio con miras a agilizar el movimiento y el despacho de aduanas de las mercancías. También se firmaron acuerdos de cooperación sobre certificación electrónica para productos de origen animal y se establecieron protocolos sobre requisitos sanitarios y de cuarentena para la proteína procesada de animales terrestres que se exportará de Brasil a China.
En tecnología e innovación firmaron un protocolo complementario sobre el desarrollo conjunto de CBERS-6 entre los dos gobiernos, que implica la fabricación, el lanzamiento y la explotación conjunta del satélite para garantizar el suministro continuo de imágenes CBERS, equipado con una tecnología que permite el monitoreo de bosques como el Amazonas incluso con nubes. Otros acuerdos de cooperación fueron en investigación e innovación; tecnología de la información; comunicación; la economía digital y espacial 2023-2032.
En el área de comunicación, se firmó una coproducción televisiva entre los dos gobiernos, un memorando de entendimiento entre el grupo de medios de comunicación de China y el acuerdo de cooperación entre la agencia de noticias Xinhua y la Empresa Brasil de Comunicação (EBC) que permitirá el suministro gratuito de noticias entre las dos compañías.
Economía y lucha contra el hambre: Firmaron un memorándum de entendimiento con el fin de establecer un marco para la cooperación económica y financiera basado en el principio de reciprocidad, donde reconocen la oportunidad de mejorar la cooperación en actividades de finanzas sostenibles, cofinanciamiento e inversión en infraestructura, alentando y apoyando la participación de instituciones financieras públicas y privadas. Así mismo firmaron un memorando de cooperación para el desarrollo social y rural y la lucha contra el hambre y la pobreza, mediante el intercambio de experiencias, la promoción de estudios y el intercambio de conocimientos, así como la posibilidad de establecer acuerdos para promover cadenas de valor y comercio socialmente justos.
Dentro de estos acuerdos está clara la intención de potenciar industrialmente al Brasil con capital chino. Así, el ministro de Hacienda de Brasil dijo que «El presidente planteó, en todas las reuniones, el desafío de intensificar los estudios sobre la factibilidad de reindustrializar Brasil en asociación con el capital chino, que está disponible y ve en América del Sur una oportunidad para crear allí una plataforma para sus productos tanto para la venta local como para la exportación«.
Respecto al problema de la dependencia con el dólar estadounidense, el ministro de Hacienda comentó la intención de utilizar sus monedas locales en el comercio recíproco, como una forma de «escapar de la camisa de fuerza de tener el comercio fijo en la moneda de un país que no es parte de la transacción«. La idea es profundizar el tema, como pagos recíprocos, porque Brasil y China saben muy bien que más del 60% de las reservas internacionales del mundo está en dólares, y no solo es una moneda fuerte para el comercio sino fundamentalmente para las transacciones financieras y de capital. A BRICS Threat to the Dollar? by Jim O’Neill – Project Syndicate (project-syndicate.org)
En síntesis, mientras que algunos países en América del Sur siguen con el enfoque del regionalismo abierto bajo la forma de acuerdos de comercio e inversiones profundos, como en el caso del TPP-11, Brasil ya dio señales de un enfoque de integración-cooperación más amplio, en un alineamiento geopolítico con el objetivo claro de aprovechar la inversión directa extranjera procedente de China.