En medio del recrudecimiento de la guerra arancelaria de Trump contra la Unión Europea, Canadá, México, Brasil, la amenaza a Rusia y la guerra de cartas enviadas a países pequeños o poco relevantes en sus relaciones comerciales, los datos del Departamento del Tesoro sobre el incremento récord de las recaudaciones arancelarias en el mes de junio muestran el escenario ideal en que se ejecuta la agenda y la política comercial-fiscal de Trump.
Uno de los argumentos esgrimidos durante su campaña electoral era que la guerra arancelaria iba a generar cuantiosos ingresos fiscales y cuando presentó su proyecto de Ley Grande y Hermoso, una de las justificaciones para enfrentar el elevado déficit fiscal que implicaba 3,4 billones de dólares era que iba a compensar con los ingresos arancelarios (estimados en 2,5 billones de dólares) fruto de su guerra comercial.
Y aumentaron las recaudaciones arancelarias
Así, los datos de recaudaciones arancelarias a junio de 2025 muestran que los ingresos por aranceles aduaneros alcanzaron USD27,2 mil millones desde el incremento de aranceles (Gráfico 1).
Gráfico 1:
EEUU: Ingresos arancelarios mensuales brutos y netos
(en miles de millones de dólares)

Durante los primeros nueve meses del año fiscal 2025, que finaliza el 30 de septiembre, la recaudación aduanera alcanzó récords de USD113,3 mil millones casi el doble de las recaudaciones del año anterior. Los aranceles aduaneros de EE.UU. superan los USD100 mil millones por primera vez en un año fiscal y se han convertido en la cuarta fuente de ingresos más grande para el gobierno federal. En el segundo trimestre de 2025 los ingresos por derechos de aduana alcanzaron un máximo histórico de 64.000 millones de dólares, 47.000 millones de dólares más que en el mismo periodo de 2024. En cuatro meses, los aranceles, como porcentaje de los ingresos federales, se han más que duplicado a alrededor del 5% desde el 2%. Según Reuters, el jefe del Tesoro dice que los ingresos arancelarios estadounidenses podrían alcanzar los USD300 mil millones en 2025.
El artículo de la Casa Blanca del 9 de julio encabezaba de esta manera:
Cuando el presidente Donald J. Trump dio a conocer su histórica agenda comercial America First en abril, ofreció algunos consejos gratuitos: «¡No seas débil! ¡No seas estúpido! No seas un PANICAN … ¡Sé Fuerte, Valiente y Paciente, y la GRANDEZA será el resultado! “El presidente Trump tenía razón (otra vez).

El dato es un dato. En teoría y en la práctica cuando se aplica un arancel, hay un efecto de recaudación fiscal, equivalente al incremento de la tarifa multiplicado por el valor de las importaciones. Esta forma rápida y directa de aumentar los ingresos fiscales fue la práctica que hace 95 años, va a ser un siglo, se empezó a aplicar en América Latina, en el tercer mundo, con objeto de cubrir los déficits fiscales resultantes de un exceso del gasto fiscal y un elevado endeudamiento público tanto interno como externo. Este fácil expediente tuvo sus límites a lo largo del tiempo, puesto que hubo un efecto consumo negativo, el precio aumentó y los consumidores demandaron menos, tanto de productos importados como nacionales. El efecto de producción, positivo, inicialmente, no sustituyó eficientemente lo dejado de importar por limitaciones de competitividad y el efecto empleo, de contratar más trabajadores por el aumento de la producción nacional, después de un impulso se fue desvaneciendo. La recaudación arancelaria inicialmente alta terminó disminuyendo y no se resolvió el déficit fiscal, puesto que los gobiernos siguieron gastando y acumulando deuda. Y ahí vino el Consenso de Washington, que los asesores de Trump deberían conocer, de definir el arancel como un asignador de recursos y no como mecanismo de recaudación fiscal, aplicando un tarifa baja y uniforme, exactamente lo contrario que está haciendo el Consenso de la Casa Blanca. Y además de reducir el déficit fiscal, mandato que tampoco está cumpliendo la Administración Trump.
Y aumentó el déficit fiscal
El dato del Tesoro de EUA fue que en junio se registró un superávit de USD27 mil millones como buena noticia de la Administración Trump. Sin embargo, el problema de EEUU es su ya crónico déficit fiscal que se arrastra y que parece que va a seguir arrastrándose por varios años y el elevado servicio de la deuda pública que le implica. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO por sus siglas en inglés), con datos estimados a junio de 2025, el déficit acumulado en los primeros nueve meses del año fiscal 2025 ascendió a USD1,300 mil millones de dólares, equivalente a USD65 mil millones más que el déficit acumulado durante el mismo período del año fiscal pasado. Los ingresos aumentaron en 254.000 millones de dólares (un 7%), de los cuales los aranceles aduaneros incrementaron en 50.000 millones de dólares (un 89%). Por su parte, los gastos subieron en 320.000 millones de dólares (un 6%), de los cuales los desembolsos por intereses netos de la deuda pública treparon en 55.000 millones de dólares (8%), debido principalmente a que la deuda fue mayor que en los primeros nueve meses del año fiscal 2024, el gasto del Departamento de Defensa se expandió en 5.000 millones de dólares (6%) comparado con el mismo período en el año fiscal 2024. https://www.cbo.gov/system/files/2025-07/61303-MBR.pdf
Gráfico 2
Déficits mensuales acumulados: 9 meses años fiscales:2023, 2024 y 2025
Miles de millones de dólares

De esta manera encontramos que la ecuación de la política comercial y fiscal que quiere Trump todavía muestra una recaudación arancelaria adicional (USD50 mil millones) fruto de la guerra arancelaria, la cual es todavía menor al incremento gasto en defensa en su guerra geopolítica (USD 35 mil millones) sumado el pago de intereses de la deuda (USD55 mil millones) como producto de su déficit fiscal. La pregunta del millón es si ¿logrará igualarla?
La adicción al arancel
Trump anunció que «el gran dinero» comenzaría a fluir después de que imponga aranceles «recíprocos» más altos a sus socios comerciales estadounidenses el 1 de agosto.

Ernie Tedeschi, director económico del Laboratorio de Presupuesto de la Universidad de Yale dijo, según Reuters, que podría tomar más tiempo para que los ingresos por tarifas aumenten por completo porque las empresas y los consumidores han tratado de adelantar los aranceles comprando con anticipación y que los ingresos arancelarios podrían desvanecerse con el tiempo a medida que las empresas y los consumidores ajusten su comportamiento. Concluyó con una frase que inspiró el título de este artículo: «Creo que existe un riesgo significativo… de que nos volvamos adictos a los ingresos arancelarios«.
Asi, frente al tema del fentanilo que volvió a marcar la pelea de EUA contra México y Canadá, la preocupación ahora es que Trump se vuelva adicto a los aranceles.
La intensificación de la guerra arancelaria
Julio ha sido el mes para la nueva arremetida de Trump ya no solo en función de una guerra contra los socios comerciales por elevados déficits, como en el caso de la China, Unión Europea, Canadá y México, sino contra todo el mundo incluso con superávits comerciales (Brasil), enviando cartas a países con relaciones comerciales poco significativas (Kazajistán, Libia, Laos, Myanmar, Brunéi,) y anunciando con enviar a 15 o 20 países más.
Las amenazas arancelarias trascendieron el campo comercial y entraron directamente al plano geopolítico, una especie de geo-arancel, como en el caso de la amenaza del 6 de julio a los países del BRICS, por su actitud antiestadounidense, con un arancel del 10%, a Brasil, por una cuestión de su justicia interna en el caso de Bolsonaro que quiso seguir su ejemplo no aceptando el resultado electoral, con un arancel del 50% y, recientemente, a Rusia con un arancel del 50% sino termina en 50 días su guerra con Ucrania, aunque parece que faltó un arancel del 1% a Israel si no termina la Guerra de Gaza en…este año.
El cargo más difícil debe ser de aduanero o agente de aduanas en EUA, puesto que tiene una confusión entre aranceles vigentes y suspendidos, entre aranceles prometidos y amenazados, unos sin fecha y otros con vencimientos diferidos, como el primero de agosto (aunque no es 100% cierto según Trump en Truth Social, que es la fuente más importante que el Servicio de Aduanas).
Un GPS Arancelario
Es necesario aclarar previamente que la guerra arancelaria tiene dos frentes: el liberation day, que es el arancel recíproco a nivel de países, aplicados utilizando poderes de emergencia y que enfrenta impugnaciones judiciales, y la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, aplicada a productos y sectores, que es una base más sólida legalmente, que le autoriza a aplicar aranceles si las importaciones de ciertos productos amenazan la seguridad nacional.

Serían dos frentes separados, puesto que, según Bloomberg Línea, el Representante de Comercio de EE.UU., Jamieson Greer, se ocupa de las tasas por países, mientras que el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, supervisa los aranceles por sectores. Todo un problemón.
Ante tanta confusión se sugiere confeccionar un Sistema de Posicionamiento Tarifario, TPS (por sus siglas en inglés) para determinar la posición exacta de un producto y el arancel que le corresponde, en cualquier horario, pero además dependiendo del país, determina si tiene un acuerdo suscrito o no, si es enemigo o aliado y, por último, localiza a qué sector productivo pertenece.
El punto de partida del TPS es la ubicación del receptor ¿Ud. está aquí?: donde están los aranceles vigentes. En primer lugar, se supone vigente el arancel piso del 10% aplicado el Liberation Day del 2 de abril a todos los países. Los aranceles recíprocos del 2 de abril fueron suspendidos hasta el 9 de julio y prorrogados hasta el 1 de agosto, fecha en que posiblemente se definan dichos aranceles. En segundo lugar, están vigentes los aranceles sectoriales: acero y aluminio 50% y autos y sus partes con 25%, impuestos bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, así como los aplicados a productos importados fuera del T-MEC (USMCA) procedentes de Canadá y México del 25%. En tercer lugar, estarían vigentes los aranceles con los países que EUA llegó a acuerdos comerciales: Reino Unido con un arancel del 10%, Vietnam con un arancel del 20%, mientras que con China llegó a un Marco Comercial con un arancel del 30% con una fecha límite del 12 de agosto. Esta lista tendría que actualizarse en función de los países que aún están en trámite o lista de espera y si habrá un plazo límite para suscribir dichos acuerdos (Cuadro 1).
Cuadro 1
Aranceles vigentes
En porcentaje
Sectores y países | Vigentes |
Acero y Aluminio | 50 |
Autos y partes | 25 |
Reino Unido Acuerdo | 10 |
Vietnam Acuerdo | 20 |
Canadá No T-MEC | 25 |
México No T-MEC | 25 |
China Marco Comercial | 30 |
Las negociaciones continúan y Trump anunció un próximo acuerdo con Indonesia con un arancel del 19% y están en curso con Canadá, India, Corea del Sur, Japón y el más importante con la Unión Europea. El 16 de julio Trump dijo que el acuerdo comercial con India está cerca y que es posible un acuerdo con Europa y que piensa un arancel de 10% o 15% para los países más pequeños. Las negociaciones se complican puesto que la Unión Europea, Japón, India y otros han intentado rebajar tanto sus tasas recíprocas como las sectoriales. Según Financial Times, Trump está presionando por una tarifa mínima del 15% al 20% en cualquier acuerdo con la Unión Europea e incluso una tasa arancelaria recíproca que supere el 10% si se llega a un acuerdo.
El segundo hito es la trayectoria del receptor o rumbo entre el punto de partida y la posición ¿dónde estaré el 1 de agosto? Que son los países con los aranceles recíprocos aplicados el 2 de abril y suspendidos, así como los aranceles prometidos, enviados por carta y amenazados para el 1 de agosto (Gráfico 3) con niveles que fluctúan entre 20% y 50%.
Gráfico 3
Aranceles a aplicarse el 1 de agosto por países
En porcentajes

Lo ideal sería que el arancel recíproco del 2 de abril se defina claramente el 1 de agosto, pero conociendo a Trump sería mucho. Además, el problema no terminaría ahí, porque estará pendiente, el tercer hito: la Trump amenaza (Gráfico 4).
Gráfico 4
Amenazas arancelarias de Trump
En porcentaje

Por último, están los productos de Posición Incierta: corresponde a los productos sin fecha determinada ni monto del arancel: como el cobre, maderas, semiconductores y también sectores: como minerales críticos, aviones y partes, farmacéutico y también películas, que forman parte de las amenazas lanzadas por Trump desde el 20 de enero a través de su red social. Estos productos son tratados bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial que autoriza la aplicación de aranceles a los productos cuyas importaciones amenacen la seguridad nacional.
La fecha de la aplicación de aranceles está en función del término o finalización de la investigación, no obstante, Trump señaló que en el caso del cobre y los productos farmacéuticos podría ser el 1 de agosto.
Por lo tanto, el primero de agosto es probable que el frente de la guerra arancelaria iniciada el Liberation day se aclare con la fijación de aranceles recíprocos. Sin embargo, el frente de la guerra por productos y sectores no tiene fechas definidas y va a continuar conforme se investiguen casos. Según Bloomberg hay una lista de 232 casos arancelarios.
De lo que se desprende es que la incertidumbre comercial y geopolítica va a continuar, por lo menos hasta cuando Wall Street diga alto, con ese manejo de Trump tan personal y adicto al arancel utilizado para todo uso y servicio. ¡Quítenle el arancel a Trump!