Cuatro respuestas sobre la coyuntura económica. Por Andrés Palma

por La Nueva Mirada

Una estudiante de periodismo hace preguntas que muchas personas reiteran y que las candidaturas presidenciales debieran responder

  • Según una encuesta de la Universidad Católica se han recuperado muchos empleos que fueron perdidos durante la pandemia y un grupo importante de trabajadores pasaron de trabajos informales a formales ¿Por qué ocurre esto? ¿Tiene relación con el IFE laboral?

El incremento en la demanda, producto de los retiros, subsidios e IFE, y la mejoría en las condiciones sanitarias que han permitido relajar las cuarentenas, influyen en la recuperación del empleo y la formalización del mismo.

El IFE laboral surge después de esa recuperación de empleos y de la actividad.

El paso de trabajos informales a formales es parte del proceso de recuperación de actividades de comercio, restaurantes y turismo. En esos sectores también puede que esté influyendo el IFE laboral, pero la recuperación de un millón de empleos (de los dos millones perdidos por la pandemia) no se puede atribuir al IFE laboral sino a lo antes planteado.

  • ¿El IFE laboral ha sido una buena medida para ayudar a estabilizar la economía del país?

No tiene mayor impacto en lo global de la economía.  Es un instrumento bien orientado, pero de poco impacto global por su monto y características.

Lo lógico sería vincular más explícitamente la continuidad del IFE a la búsqueda activa y aceptación de los empleos.

  • Considerando que el mercado laboral se está estabilizando , ¿Deberían las ayudas sociales como el IFE universal seguir existiendo?

El gobierno desde un principio ha tomado decisiones erradas desde el punto de vista social: cuando había que universalizar no lo hizo y focalizó en extremo. Ahora que las ayudas debieran estar focalizadas universaliza.

Es claro que lo hace con un propósito electoral, pero eso tiene un altísimo costo económico.

En pocas palabras, la economía no sostiene mantener el IFE universal, debe focalizarse.

Una propuesta razonable es la que en su momento hicieron Ximena Rincón y Paula Narváez, en el sentido de complementar ingresos a las familias para garantizarles un nivel de ellos equivalente a la línea de pobreza. Eso, junto a lo planteado en relación a la obligatoriedad de buscar y aceptar empleos, sería mucho más sostenible.

En cualquier caso, el próximo gobierno deberá impulsar una reforma tributaria que eleve la recaudación en 4 o 5 puntos del PIB a lo menos.

Si el gobierno lo hubiera hecho bien, con universalización del IFE al comienzo, y endeudándose a tasas cercanas a cero o negativas, esa reforma tributaria podría ser algo menor.

  • Considerando que el gasto fiscal ha sido mayor al que se proyectaba, por lo que el del próximo año bajará en un 22% ¿Cómo crees que se verá afectado el país económicamente el 2022?

Bajar el gasto en esa magnitud no es sostenible. La economía está recién en fase de recuperación de la crisis, y reducir el gasto detendría ese proceso o lo retrotraería.

No hay que olvidar que tampoco eventuales retiros de fondos previsionales tendrán efectos dinamizadores, como fue con los primeros. Dado que quienes podrán retirar fondos son personas de ingresos medios y altos que, por sus características promedio, no necesitan esos recursos actualmente, la mayor parte de ellos se ahorrarán y no gastarán, teniendo solo un efecto distributivo regresivo y no reactivador, como ocurrió con los primeros, que aportaron cuatro de cada cinco pesos destinados a la reactivación.

Este gobierno entregará una economía en crisis y con costosísimas necesidades de ajuste. Si se baja el gasto en la magnitud señalada, el costo social será enorme.

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