¿Dos Mundos? Por Mario Valdivia V.

por La Nueva Mirada

Miro el mapa electoral de Estados Unidos con sus dos mundos: las costas liberales, de economías tecnológicas y globalizadas, los interiores conservadores, particularizados, de economías atrasadas. Polaridades. Pienso en las tres comunas chilenas en contra del plebiscito, Inglaterra dividida por quedarse o salir de la UE. El mundo entero se divide agudamente en dos – progreso, retraso; riqueza, pobreza; forma de vida globalizada, forma de vida particularizada. ¿Es consistente con la democracia?

Cuando el socialismo hizo el ensayo histórico decisivo de La Unión Soviética, dividiendo el mundo en dos, el capitalismo respondió con sendas estrategias contrapuestas. La primera, agresiva y antidemocrática, fascismo y nazismo, sumió al mundo en sangre antes de ser derrotada. La segunda, defensiva y democrática, la socialdemocracia europea y el New Deal. Ha sido la gran experiencia histórica que ha tenido la humanidad con una democracia masiva de verdad.

Cuando el socialismo se derrumbó, expresiones capitalistas vieron la oportunidad de liberarse de las concesiones defensivas que se habían visto forzadas a aceptar, e impulsaron una nueva estrategia económica agresiva e integrista: la globalización neoliberal. Los de mi generación conocemos esta historia, la hemos vivido: impresionante expansión económico-financiera y tecnológica, emergencia de una élite globalizada, masas particularizadas dejadas atrás en las viejas   actividades impermeables a la revolución tecnológica y financiera, o arrasadas por esta. ¿Cuáles fueron las medias tintas defensivas abandonadas? Todas las que olían a “social”, que limitaban la libertad individual de las personas para “existir” en los mercados, las lógicas opuestas a la transaccional; la democrática, en particular.

El capitalismo de corte neoliberal dividió el mundo en dos, con una divisoria que pasa ahora al interior de los estados nacionales. Ya había ocurrido algo así durante el otro gran ensayo de un capitalismo global de “laissez faire” a comienzos del siglo pasado. Alguien dijo que vivimos un futuro que pasó. En parte es verdad y, visto lo ocurrido en la primera mitad de ese siglo, puede ser terrible. Sin una presión social global significativa, el capitalismo parece separar aguas con la democracia.  Puede permitirse a sí mismo abandonar países pequeños que quieran amansarlo, y mientras mantenga el dominio financiero y tecnológico global, los perdedores son ellos. Simplemente los deja atrás.

El capitalismo de corte neoliberal dividió el mundo en dos, con una divisoria que pasa ahora al interior de los estados nacionales.

Sin una presión social global significativa, el capitalismo parece separar aguas con la democracia.

En un mundo con estados nacionales divididos en dos, ¿tiene futuro la democracia y el capitalismo tomaditos de la mano? El solo hecho de hacerse la pregunta es inquietante, considerando la excepcionalidad del hermoso momento histórico en el cuál ambos se conciliaron como socialdemocracia.

No sé quien monta a quién en China, si el socialismo al capitalismo o el capitalismo al socialismo.

Y está China. No sé quien monta a quién en China, si el socialismo al capitalismo o el capitalismo al socialismo. Mientras la competencia con “Occidente” sea entre capitalismos – tecnologías, economías, ejércitos -, la ausencia de tradición democrática en China puede resultar una gran ventaja para ella. El capitalismo siempre prefiere el orden; le va mejor con el orden. Aunque en el horizonte está la gigantesca clase media china, globalizada, educada, tecnologizada. ¿Qué ocurrirá con su potencial político? ¿Adónde irá? ¿Podrá ser conducido?     

Aunque en el horizonte está la gigantesca clase media china, globalizada, educada, tecnologizada. ¿Qué ocurrirá con su potencial político? ¿Adónde irá? ¿Podrá ser conducido?     

También te puede interesar

Deja un comentario