Por Eugenio Rivera Urrutia
Fundación Chile 21
El estallido social cambió Chile. Ello ha generado alteraciones que aparecen como relevantes en la política gubernamental y en las visiones ideológicas y políticas en sectores de la derecha. El presente artículo busca analizar estos desarrollos y realizar una primera evaluación de su profundidad y alcance.
El cambio en la agenda social y económica del Gobierno.
La rebelión popular y de las clases medias ha introducido cambios en la política del gobierno que parecían imposibles apenas tres meses atrás. En el campo de pensiones, mientras en el pasado el gobierno condicionaba un aumento de las básicas solidarias de apenas 10% a la aprobación de su proyecto original de reforma de pensiones, en el marco de la crisis accedió a un calendario de aumentos que en 2 años deberían llevarlas a 168 mil pesos (el nivel actual de la línea de la pobreza).
Más aún, se ha acordado realizar en los próximos meses una revisión de las exenciones tributarias al capital.
Del mismo modo ha aceptado un rol importante para CENABAST en la compra internacional de medicamentos. Así permitirá una fuerte rebaja de los precios de varios esenciales, reduciendo el gasto de bolsillo de los chilenos, que hoy es de los más altos de la OCDE. Ello implica una intervención significativa en el mercado farmacéutico, cuestión que sugiere un cierto distanciamiento respecto de los sectores más ortodoxos de la derecha. Del mismo modo, luego que la Administración de Piñera inició su período con el compromiso de reducir la tasa de 27% del impuesto de primera categoría y de reintegrar el sistema tributario (que implicaba una menor recaudación de US$ 800 millones) revirtiendo los avances del gobierno de Michelle en esa materia, ahora no solo no insiste en esos cambios sino que ha presentado Bachelet indicaciones que incluyen un impuesto especial a las grandes propiedades inmobiliarias, un aumento de la tasa marginal del impuesto a la renta de las personas a un 40%, los cuales junto a otras modificaciones recaudarían un 0,9% del PIB adicional. Más aún, se ha acordado realizar en los próximos meses una revisión de las exenciones tributarias al capital.
el estallido social ha llevado a sectores importantes de la derecha y al Gobierno a reconocer la gran magnitud de la deuda social que enfrenta el país.
Del mismo modo, el estallido social ha llevado a sectores importantes de la derecha y al Gobierno a reconocer la gran magnitud de la deuda social que enfrenta el país. En la interpelación de que fue objeto en la Cámara de Diputados, el ministro Briones señaló que cálculos rápidos lo llevaban a pensar que resolver las “demandas de la gente” requería ocho puntos adicionales del PIB, cifra que parece bastante razonable. Ello ha llevado al ministro a proponer concordar una hoja de ruta que, entre otras cosas, lleve la carga tributaria desde 20% actual a un 26% que correspondería a la mediana de la carga tributaria de los países de la OCDE. Esta propuesta causa escozor entre los personeros que han dominado en el campo de las ideas económicas de la derecha.
Ello ha llevado al ministro a proponer concordar una hoja de ruta que, entre otras cosas, lleve la carga tributaria desde 20% actual a un 26% que correspondería a la mediana de la carga tributaria de los países de la OCDE.
Aunque cabe valorar esta disposición, es conveniente analizar más profundamente el alcance de los cambios.
La persistencia de las ideas de la derecha.
En relación con la política social y un mayor gasto público el ministro mantiene las convicciones básicas de la derecha.
En relación con la política social y un mayor gasto público el ministro mantiene las convicciones básicas de la derecha. En términos generales ha sostenido que está dispuesto a responder a las demandas de la ciudadanía, pero “con responsabilidad” y asegurando la sustentabilidad de los programas. Nadie duda que las decisiones de política pública tienen que ser responsables, pero ello se puede entender de distintas maneras. Las decisiones más importantes en el área social tienen menos que ver con decisiones técnicas y más con visiones distintas respecto de la urgencia y la importancia para la cohesión social de ciertas medidas. Para la derecha la protección social aparece como un costo que es necesario reducir al máximo (por ello el énfasis en la focalización de los recursos públicos) y que se viabiliza solo cuando el crecimiento económico lo permite. Se trata en suma de una versión actualizada de la teoría del chorreo.
Para la derecha la protección social aparece como un costo que es necesario reducir al máximo (por ello el énfasis en la focalización de los recursos públicos) y que se viabiliza solo cuando el crecimiento económico lo permite. Se trata en suma de una versión actualizada de la teoría del chorreo.
Para las izquierdas es urgente una mejora sustancial en las pensiones tanto de los beneficiarios de las PBS y APS como de los sectores medios. Por ello que insistió en que el aumento a $ 168 mil debía beneficiar a todos los jubilados del pilar solidario. Por la misma razón sostiene que el 6% patronal debe ir por completo a un Fondo Solidario de manera de empezar a entregar ya, mejores pensiones a los actuales jubilados de las AFPs y a los que están próximos a hacerlo. La voluntad del gobierno de defender a toda costa el sistema de AFPs lo lleva a levantar argumentos falaces. Es así como la ministra del Trabajo ha señalado que destinar todo el aporte patronal a un fondo solidario impediría que mejoren las pensiones de los trabajadores que tienen hoy entre 30 y 40 años. Ignora con ello la ministra que el Fondo Solidario lo que hará es justamente contribuir a mejorar las pensiones de entre el 80% y el 90% de las actuales y futuras generaciones de trabajadores.
La voluntad del gobierno de defender a toda costa el sistema de AFPs lo lleva a levantar argumentos falaces.
Pero tan relevante como lo anterior es que la cohesión social y la inversión en calidad de vida de los sectores más vulnerables son elementos muy importantes para avanzar hacia un mejor crecimiento económico, en particular en momentos tan difíciles como el presente, pues incide positivamente en el clima laboral lo que redunda en una mayor productividad. Algo similar se podría decir respecto de la inversión en salud y educación. Una salud de calidad y oportuna incide en el desempeño laboral de los trabajadores. Una educación de calidad es un elemento fundamental para avanzar hacia una economía intensiva en conocimiento base indispensable para que el país se inserte en las áreas más dinámicas de la economía internacional.
Respecto de aumentar la carga tributaria a un 26% del PIB, el ministro Briones sostiene que ello se podría hacer solo en la medida que el país crezca y cierre la brecha de ingresos que nos separa de los países más desarrollados. Esto es parte de lo que el ministro denomina “reformismo gradualista”. Subyace a este planteamiento la idea, bastante generalizada en nuestro país, de que la carga tributaria depende del nivel de ingreso per cápita. No obstante, como se observa en el cuadro siguiente niveles muy parecidos de ingreso per cápita están asociados a grandes diferencias en cargas tributarias y viceversa.
Respecto de aumentar la carga tributaria a un 26% del PIB, el ministro Briones sostiene que ello se podría hacer solo en la medida que el país crezca y cierre la brecha de ingresos que nos separa de los países más desarrollados.
Cuadro número 1
Como se observa en el cuadro número 1, cinco países tienen ingresos per cápita entre US$ 45 mil y 50 mil. No obstante, la carga tributaria fluctúa entre 27,8% del PIB en Australia, 32,2% en Canadá; 37,5% en Alemania y 43,3% en Finlandia. Portugal, por su parte, teniendo un ingreso per cápita de US$ 32 236 tiene una carga tributaria de 34,7% superior a las de Australia y Canadá y cercana a la de Alemania. Estas cifras sugieren que la diversidad de cargas tributarias están asociadas a opciones de política pública y a modalidades diversas de capitalismo, unas más inclusivas y otras menos. Esas miradas distintas son las que separan al gobierno y a la oposición.
Estas cifras sugieren que la diversidad de cargas tributarias están asociadas a opciones de política pública y a modalidades diversas de capitalismo, unas más inclusivas y otras menos. Esas miradas distintas son las que separan al gobierno y a la oposición.