Entre la incompetencia y la negación. Por Gonzalo Martner

por La Nueva Mirada

El 17 de junio, con tres meses de atraso, el Banco Central reconoció que se producirá en 2020 la mayor caída del PIB en 35 años y no una leve recesión del orden de 2%.

¿Cuál fue la reacción del ministro de Hacienda, Ignacio Briones?: «tanto el banco como nosotros nos quedamos muy cortos con las proyecciones que habíamos hecho hace meses atrás».

Cabe hacerse la pregunta: ¿son hasta ese punto incompetentes o deliberadamente se propusieron engañar al público? Desde marzo todos los organismos internacionales estaban proyectando fuertes caídas, pero las autoridades económicas chilenas persistían en la lógica de la negación, a la que están acostumbradas en nombre de «no afectar las expectativas».

¿son hasta ese punto incompetentes o deliberadamente se propusieron engañar al público?

Lo que se observa en realidad son las dos cosas, es decir simultáneamente altas dosis de incompetencia y de voluntad de negación de la realidad observable. Pero acompañadas, y esto es lo más grave, de una insólita inacción (similar a la demostrada para el control de la pandemia, pero esa es harina de otro costal) para enfrentar la crisis, cómo venimos sosteniéndolo desde marzo. Los pequeños anuncios y legislaciones a cuenta gotas se siguen semana a semana, pero nunca en la magnitud suficiente para enfrentar la crisis.

Un nuevo marco presupuestario acordado el 14 de junio con una parte de la oposición -que no se entiende por qué avala la política del gobierno, cuando le bastaría con señalar que votará a favor de toda mejoría de los planes gubernamentales en beneficio de los más afectados por la crisis- es de 12 mil millones de dólares para 24 meses (poco más de 2% del PIB al año), incluyendo insólitamente un semestre del próximo gobierno.

bastaría con señalar que votará a favor de toda mejoría de los planes gubernamentales en beneficio de los más afectados por la crisis

Pero ocurre que las reservas fiscales suman mucho más que lo anunciado (20,9 mil millones de dólares apozados a fines de abril en el Fondo de Estabilización Económica y Social y en el Fondo de Reserva de Pensiones), que es lo que la oposición debiera subrayar, sin considerar el fondo para adquisiciones militares y una capacidad de endeudamiento a bajo costo que permanece intacta. El uso de las reservas fiscales acumuladas y el endeudamiento a bajo costo le permitirían al gobierno ampliar sustancialmente su esfuerzo presupuestario en 2020, que es cuando se necesita para evitar una depresión como la de 1982-83.

las reservas fiscales suman mucho más que lo anunciado

Nunca es tarde para enmendar rumbos, y en particular para financiar de una vez un ingreso familiar de emergencia al nivel de la línea de pobreza para todos los hogares que lo requieran y permitir así que sean viables las cuarentenas. Y para subsidiar al menos el 70% del salario para los contratos suspendidos y los nuevos cesantes. Y para acelerar y ampliar los créditos a las empresas viables y los subsidios a las Mipymes para evitar una destrucción mayor del tejido productivo. Lo que el actual gobierno se niega a asumir es que la reconstrucción del tejido productivo y del empleo saldrá mucho más cara, e implicará un enorme sufrimiento humano para millones de hogares, que el gasto que se deba realizar hoy.

Lo que el actual gobierno se niega a asumir es que la reconstrucción del tejido productivo y del empleo saldrá mucho más cara, e implicará un enorme sufrimiento humano para millones de hogares, que el gasto que se deba realizar hoy.

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