Requiem social y del Estado; notas sobre autoritarismos y fascismos. 

por Sergio Canals L.

Época de abandonos. Una adolescente de 13 años y una niñita de 7, asesinadas. Tengo un lamento. Abandonadas por el estado y sus instituciones. Por la política. “Tengo innumerables lamentos”. Tengo. Por los asesinados diariamente. Por la epidemia narco. Por la “liberación por error” de un sicario que no era el mismo. Huele a corrupción. A bandas criminales y Ketamina. Lamento por la justicia “fácilmente vulnerable”. ¿Desfonde institucional? Chile anómico. Prioridad del no-ser. 

Un contexto de negación o invisibilidad de la dignidad humana, en aras de una concepción materialista de la existencia humana”. Época de lamentos y rabia. Momento oscuro. Tengo. Tengo…que votar (¿botar?) el futuro. Tribalismo, conformismo y religiosidad ¿Por quién votarán los pobres y los marginados? Por los que no pisen sus sueños. Lo único que tienen.

 “En las zonas más oscuras del corazón humano haya cierta añoranza servil y gregaria (tribal), que prefiere entregar las riendas de la vida y la libertad a un padre idealizado, a un gran héroe que (como un dios), piense y luche por nosotros, que nos defienda, nos guíe y de seguridad”. Pero, un padre que puede llegar a ser “implacable, soberbio y despiadado”. Peligrosos deseos nostálgicos y pretéritos de tiranías “fascistas y comunistas” deshumanizadoras.

Convulsiones afectivas sociables recorren el país. ¿Descomposición social global? ¿Sólo de las elites y el mundo político? ¿De las instituciones?  ¿Del pueblo “inconsciente”?  El dinero como primer y último elemento de sostén. Réquiem por el país.  Búsqueda insaciable de la gloria, rango y poder. Poder más allá de la acumulación de riquezas. “Erección de poder”. Sacralización del poder.  “Lógica libidinal del poder”, donde la justicia, la racionalidad y el bien desaparecen.

En “La estructura psicológica del fascismo”, Bataille, según quien lo prologa, considera el poder en su dimensión sagrada. Habla de lo “heterogéneo”, como fuerzas negadas e inconscientes por la cultura en la realidad política: … “la actividad sexual, el culto a la muerte, las deidades, la miseria…” Esto provocaría como reacción una “atracción (y fascinación) porlos líderes fálicos y autoritarios”. Por todo “lo que está contra el orden establecido, y la perpetuación de lo existente” que llama “lo homogéneo”.

El fascismo a diferencia del socialismo (y el comunismo no estalinista, pero sí marxista leninista), centrados en lo” homogéneo”, sería capaz de apelar “al fondo libidinal (impulsos instintivos de energía deseosa), que “contiene lo heterogéneo y roza lo sagrado”. El fascismo como producto de la “represión instintiva de la modernidad. Hijo de “una antigua alianza entre las fueras heterogéneas (violentas) de la soberanía (ser dueño de sí) y las fuerzas homogéneas del Estado que las impiden”. Fascismo que apelaría de forma expresa a sentimientos definidos tradicionalmente como elevados y nobles. Pero que des vela “una no aceptación y represión del goce colectivo de la violencia. De la muerte y la autoridad de corte militar”. La fascinación por regímenes suicidas. Por revoluciones caóticas inconscientes pseudo religiosas.

Tenemos en un Chile anómico, elites y un sistema político intelectual económico enceguecidos por la “lógica libidinal del poder” ¿Pueblo contra elites? ¿Elites contra elites? Populismos extremos de izquierdas y derechas. Réquiem social del estado. Pueblo contra el pueblo. Réquiem “democrático” del sistema político y las instituciones.

Lamentos innumerables. Votos que pisaron sueños.

Referencias y citas:” La estructura psicológica del fascismo”, de George Bataille. Prólogo de Margarita Martínez; “Ahora y el Ahora”, de Héctor Abada Faciolince; “Réquiem” de Tamiki Hara. Harvey Whitehead. Opiniones del Cardenal, Emilio Moyano, y Jorge Peña.

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