La narrativa de la Casa Blanca, que todos los días pregona Trump, insiste que EUA enfrentó en 2024 un déficit comercial de más de 1.200 mil millones de dólares. Y aquello es absolutamente cierto. Con datos del Bureau Economic Analysis (BEA), el saldo del balance de bienes fue de USD1.213 mil millones en 2024 mientras que en año el año 2000 el déficit de bienes era de solo USD446,8 mil millones, lo que significa que se triplicó, por culpa de las importaciones que crecieron persistentemente desde USD1.231,7 mil millones en el año 2000 hasta USD3.296,2 mil millones en 2024 (Gráfico 1).
Los datos impactan profundamente y sirven para justificar la narrativa de la Casa Blanca sobre la guerra arancelaria iniciada desde el día de su posesión, el 20 de enero, desatada con el Independence Day del 4 de abril, que continúa hasta el presente y no se sabe cuándo terminará. El parte de guerra dice que el promedio efectivo del arancel está en torno al 25%, que se aplica un arancel base mínimo de 10% a las importaciones del resto mundo, un arancel discrecional por sectores como el automotor con un 25% y por países hasta el 50%, como en el caso de la Unión Europea. El parte continúa señalando que la guerra se da en medio de armisticios o suspensiones temporales del arancel recíproco a discreción del comandante en jefe (por tres meses) que es el aplicado a 60 economías con las que tiene déficits comerciales, pero manteniendo el escudo básico del 10% flat y en medio de negociaciones bilaterales y encerronas en la Casa Oval con los representantes de los países que llevan bandera blanca y hacen fila para negociar, para rendir tributo o regalos (avión) a Trump y terminar rebajando los aranceles agresores a gusto del cliente o Presidente.
Gráfico 1
EUA: Agudización del déficit comercial de bienes
En millones de dólares

Con el único objetivo de facilitar estas tortuosas negociaciones se sugieren unos TIPS a los representantes de países para que les sirvan de guía en esas arduas reuniones bilaterales encaminadas a perder.
Un primer TIP: ¿con relación a quién?
Si se observa de nuevo el Gráfico 1 pero con más detenimiento se encuentra un hallazgo: el déficit comercial de bienes de EUA si se mide con relación a su PIB, resulta que de saldo negativo equivalente del 4,4% del PIB en el año 2000 ha disminuido a un 4,2% del PIB en el año 2024. En este cuarto de siglo en promedio se mantuvo el balance deficitario de bienes en torno al 4,4% del PIB, con un máximo saldo en contra registrado en 2006 con un 6,1% del PIB y un mínimo alcanzado en 2009, en la crisis financiera y depresión del comercio mundial, de 3,5% del PIB. El otro hallazgo es que las importaciones respecto al PIB de los EUA se mantuvieron casi constantes entorno 12,4% en promedio a lo largo del período 2000 a 2024 y que en el año 2024 (11,3%) tuvo un nivel más bajo que el 2000 (12%). Es decir, prácticamente no crecieron.
En los cursos de Introducción a la Economía de la Universidad de Chile, allá en el 1969, la primera lección fue hacerse la pregunta cuando se analizaban los datos de la evolución de un país ¿En comparación a quién? ¿a un periodo dado o con otro país? Y para entender mejor el profesor nos decía que no se olviden que cuando les pregunten ¿Cómo está tu mujer? Repregunten ¿Comparada con quién: la vecina o la actriz de moda? Por eso, para comparar los datos de países se recomienda utilizar el valor del PIB de un país, como referencia a su tamaño y también para ver su evolución. Los representantes de los países afectados por los aranceles de Trump deberían incluir primer TIP en el Manual de Negociadores Arancelarios sobre la presentación de cifras, no solo en valores nominales, sino respecto al PIB para encontrar varios argumentos.

Economistas serios del FMI deberían aclarar conceptualmente esta situación y explicar a Trump con gráficos o chuis, que mientras las importaciones se multiplicaban por tres, el PIB de Estados Unidos también lo hacía casi en la misma proporción, lo que significaría que la relación importaciones respecto al PIB (el coeficiente de importaciones) incluso disminuyó de 12% del PIB en el 2000 a 11,3% en 2024 (Gráfico 1), porque si bien las importaciones crecieron, el valor de los bienes y servicios finales de los EUA lo hizo más. ¿Entonces cuál es el problema? ¿Las importaciones procedentes del resto del mundo de bienes intermedios, insumos, bienes de capital y bienes de consumo perjudicaron el crecimiento del PIB potencial de EUA? ¿Cuántos puntos porcentuales dejo de crecer el PIB por culpa del incremento de las importaciones? Tal vez, el problema se focalice en las exportaciones de EEUU, que en 25 años en lugar de crecer disminuyeron su proporción respecto al PIB (coeficiente de exportaciones) de 7,7% a un 7,1%. Y por último, la pregunta del millón: ¿Cómo pudo el PIB de EUA resistir un ataque continuo de las importaciones durante este cuarto de siglo, con un arancel tan bajo a nivel mundial?
Estados Unidos es una de las economías menos dependiente del comercio exterior. El grado de apertura comercial, que significa la proporción de las exportaciones más importaciones de bienes y servicios respecto al PIB, es el más bajo y no se ha modificado desde principios de siglo, cuando representaba un 25% hasta el presente, con un promedio de 26,7% del PIB. Ocupa el antepenúltimo lugar en el ranking mundial de los países según su grado de apertura comercial, antes de Sudán y Etiopía (Apertura comercial por pais | TheGlobalEconomy.com. Es el país menos llamado a echar la culpa al comercio exterior de lo que pasa en su economía y, en particular, a su sector productivo.
La cuestión tal vez será al revés después de unos años, cuando se tenga que echar recién la culpa de su declinación de la producción de bienes y servicios finales a la caída brutal y desordenada de las importaciones necesarias para el funcionamiento de la actividad económica y para la satisfacción de los consumidores. No hay que olvidar que las importaciones son un componente de la demanda interna por Consumo e Inversión y contribuyen con partes, piezas y bienes intermedios al sector exportador.
Superávit en la Balanza de Servicios: segundo TIP
Los servicios comerciales a nivel del comercio mundial han aumentado su importancia como predica la OMC y es un componente clave puesto que no solo acompaña el movimiento de mercancías, como los fletes y seguros sobre embarques, sino tiene su propia dinámica y ámbito. Sin embargo en la guerra del arancel solo se habla de bienes y se olvida del comercio de servicios. Y este sesgo tiene su explicación estadística, puesto que los Estados Unidos no son deficitarios en el comercio exterior de servicios, sino que han tendido siempre a registrar superávit en la balanza de servicios, es un exportador neto (Gráfico 2).
Gráfico 2
EUA: Balance de Servicios
En millones de dólares

Si bien el peso de los servicios es menor al de bienes, se tiene que el año 2000 el superávit comercial de servicios de EUA era equivalente a un 0,75% del PIB y que en el año 2024 es un equivalente a 1,1% del PIB. Es decir creció el saldo favorable en términos del tamaño de su economía.
Y aquí sale un segundo TIP para el Manual del Negociador, que es preguntar cómo estamos por el lado por el comercio exterior de los servicios. Muchos países en desarrollo y emergentes generalmente registran una balanza deficitaria en servicios y las preguntas son: ¿deberían aplicar aranceles o restricciones a la importación de servicios para tener una balanza equilibrada? ¿Por qué el tratamiento a la importación de bienes será distinto al de servicios? Tal vez EUA ha perdido competitividad en un tipo de bienes y presenta ganancias de competitividad en la exportación de servicios. Entonces, el problema no está en los aranceles, que además crean una competitividad espuria, sino simplemente en la especialización o división internacional del trabajo, un tema fuera del alcance de las Órdenes Ejecutivas y Mandatos Presidenciales de Trump.
En los tiempos actuales, en la actividad económica tan importante como los bienes son los servicios y la tendencia es que cada vez representen una proporción más importante del PIB y, por lo tanto, el efecto de la importación de servicios tiene igual o más importancia que en el sector de bienes. Entonces los negociadores deberían incluir en su agenda el balance comercial de servicios como segundo TIP.
Un problema macro: brecha ahorro-inversión
Al final del día, los problemas de déficits comercial persistentes y elevados deberían expresarse en problemas de balanza de pagos en cuenta corriente, donde déficits continuos deberían ser objeto de ajustes externos: como instruye el FMI a los países tercermundistas.
En el caso de los Estados Unidos, a lo largo de este cuarto de siglo, el déficit en balanza de pagos en cuenta corriente ha representado un 3,9% del PIB en 2000, el mismo nivel que en 2024, puesto que ha mantenido déficits continuos pero relativamente estables en torno a un promedio de 3,4% del PIB. Se dice que un déficit persistente mayor al 4% sería una señal de alerta de desequilibrio externo.
Uno de los principales factores que contribuyen al déficit de la balanza de pagos en cuenta corriente, el cual en EUA está relacionado con el déficit comercial de bienes es el desequilibrio entre nivel del ahorro y el de la inversión, lo que se denomina la brecha ahorro-inversión (Gráfico 3).
Pese a ser todavía la economía con el PIB más alto en el mundo, tradicionalmente su tasa de ahorro ha sido relativamente baja en comparación con otros países y con su nivel de inversión. Su tasa de ahorro (ahorro respecto al PIB) en el año 2000 fue de 20,7% del PIB y en 2024 bajó más de tres puntos porcentuales al 17,3% del PIB. Ocupa en el ranking mundial del ahorro el puesto 98, estando en los primeros puestos Irlanda con 62,3% y Singapur con 54,6% del PIB. Comparado con su rival, China con una tasa de ahorro de 44% del PIB, si lo hacemos con Alemania de 27% del PIB y, por último, con un país asiático como Corea del Sur de 34% del PIB, según datos del Banco Mundial Ahorro bruto (% del PIB) | Data
Gráfico 3
EUA: Déficit de balanza de pagos y brecha ahorro-inversión
En porcentaje del PIB

Si se compara con el nivel de inversión respecto al PIB, su tasa fue de 21,7% en 2024, que le permite ocupar el puesto 108 a nivel mundial, presenta una brecha negativa ahorro-inversión de 4,4 puntos porcentuales, mientras que, en los países de referencia mencionados, como China, que tiene una tasa de inversión del 42% del PIB, ocupa el sexto puesto a nivel mundial, su brecha es positiva de 2 puntos, lo mismo que Corea, que tiene un coeficiente de inversión del 34% del PIB.
En este sentido, el bajo nivel de ahorro, de la tasa de inversión y su brecha negativa ahorro-inversión explican a nivel macro su desajuste externo, déficit que contablemente lo cubre con financiamiento externo vía flujos de entrada neta de capitales, sobre todo relacionados con las inversiones de cartera (bonos del Tesoro, acciones), inversión directa y entradas netas de capital de corto plazo, puesto que es la única economía con licencia para endeudarse en dólares infinitamente porque los paga con su moneda local.
Ahora, a la aplicación indiscriminada de aranceles a las importaciones, se suma el impuesto a la remisión de remesas al extranjero, que se supone no es por problemas de balanza de pagos en cuenta corriente, escasez de dólares, sino que parece provenir del lado de otro déficit gemelo: el de la balanza fiscal y los problemas de endeudamiento público que arrastra EUA hace tiempo. Pero es otra narrativa de la Casa Blanca que da tema para otro artículo, si LaNuevaMirada lo permite.