(Des)Cuidar a Chile- Nación

por Mario Valdivia

Los más poderosos empresarios, capitalistas, llámenlos como quieran, exportan recursos naturales. Les interesan los mercados externos, Chile les importa como territorio con recursos, un concepto de nación más bien limitado. Hubo empresarios preocupados del mercado interno, de generar salarios con capacidad adquisitiva, y trabajadores competentes y educados. Ya no. Y no se pueden resucitar, son de otro tiempo.

La clase obrera, los trabajadores, llámenla como quieran, una estructura unificada sometida a las mismas relaciones de trabajo, basadas en las horas trabajadas y el salario por hora, que cruzaba diversos sectores económicos y regiones, se interesó por la nación, su residencia compartida. Participó en un gobierno que se declaró Popular y Nacional, hasta Antiimperialista, más claro echarle agua. Ya no. Prácticamente sin estructuras jerárquicas de producción y empleo, desperdigada a tiempo parcial en diversos proyectos autogestionados que se organizan como redes móviles con escalas salariales diferenciadas, metas medibles y premiables, arrinconada por contratistas de temporeros, dividida por múltiples sistemas salariales parciales, individualizados y meritocráticos, no es lo que fue. Perteneció a tiempos tecnológicos idos, su unidad sustantiva no parece recuperable. Seguramente no solo en Chile… Hasta nueva orden, con la historia nunca se sabe

¿Quién, entonces, cuida a Chile – nación? Es jodido que no esté muy claro. La nación descuidada produce un estado nacional impotente, la democracia de un estado así no le interesa mucho a nadie. Posiblemente más que nada a criminales internacionalmente móviles. 

Podría ser una amalgama de intelectuales, por lo general interesados en los derechos democráticos, expresiones empresariales de pequeño calado, funcionarios públicos, y mano de obra dispersa que labora en gran parte por cuenta propia, caracterizadas todas por la inmovilidad internacional. Gente pegada al territorio, le conviene cuidarlo, no puede echarse a volar, así como así. El resto, los poderosos, las expertas internacionales, los atletas y las artistas de talento especial, y los livianos de pies y avispados, viven como nómades sin dejarse lastrar por territorios. Una constelación no muy poderosa, la territorializada, dividida, económicamente peso pluma. Así y todo, se le va la vida en el cuidado de su territorio, y no es necesariamente una muchedumbre reducida si se junta. Lo que el poder económico no da, puede proveerlo de sobra la xenofobia, el nacionalismo rabioso excluyente, la iracundia contra los que descuidan y abusan de “mi nación”, la cacería de brujas y el descabezamiento de turcos. Ha pasado muchas veces en la historia, por supuesto.

Más vale cuidar a Chile – nación. Personalmente no le veo mucho destino a seguir como vamos. Llevamos hartos años de ajetreado descuido, enfocadas con gusto en discusiones en las alturas, mientras los cambios en las tierras bajas crecen y el poder del estado nacional disminuye. Me sigue haciendo peso la idea de que los ajustes y desajustes en las bajuras entre la tecnología y las relaciones de producción definen en buena medida cómo se mueven los altos y conmovidos intereses de las personas. Incluido por supuesto el interés por cuidar a Chile – nación. Si no aparece uno, que no lo veo, más vale inventar un cuidador que se invente a si mismo haciéndolo. 

¿Quién será la inventora del inventor? No tengo la menor idea.     

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1 comment

Ricardo Sazo Mardones marzo 8, 2024 - 11:34 pm

No dice nada, ni un asomo de propuestas. Siempre vociferantes y justicieros. Sus » analisis » sucumben ante la verdadera revolución que remece a todo el mundo. Los conservadores están a la izquierda !!

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